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Grecia a la deriva

Nuestra ya vieja conocida agencia de calificación de riesgos Moody´s, ha hecho una afirmación sobre que el posible impago por parte de Grecia, salpicaría a otros países del euro (posiblemente España), independientemente de los esfuerzos para ejecutarlo de manera ordenada. En el caso de Irlanda o de nuestro vecino Portugal, provocaría la rebaja de sus respectivos ratings al nivel de los famosos bonos basura. Mientras que en España, Italia y Bélgica se añadiría presión sobre su nota de riesgo, pero sólo conllevaría alguna rebaja de la misma si los trastornos del mercado y los mayores costes de financiación fueran severos y duraderos.

Salvando al vecino Portugal

En los últimos días, se han producido acontecimientos tan desconcertantes por los agentes económicos que prácticamente no han tenido influencia en los mercados financieros. El rescate de Portugal es una esperada noticia que debería haberse producido antes, únicamente evitada por la cortedad de miras de los políticos. El salvamento tiene como meta resolver el problema presupuestario en el que se halla envuelto nuestro país vecino, ya que el elevado coste de la deuda (la última subasta de Letras a un año se ha resuelto por encima del 5,90 por ciento, mientras que la curva de tipos ha tenido las últimas semanas picos por encima del 8,5 por ciento entre los dos y los diez años), impide lograr los objetivos de déficit público.

Portugal necesita ayuda

El panorama de Portugal no es muy alentador, ya que le esperan 2 años de recesión de dos puntos porcentuales y un notable aumento del desempleo hasta la alarmante cifra del 13% para 2013. Estos son los primeros datos del impacto que tendrá el programa de austeridad negociado con los organismos financieros internacionales para el rescate de 80.000 millones de euros. Estas medidas han sido presentadas por separado por el titular portugués de Finanzas y por los representantes de la Comisión Europea, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Central Europeo.

Poca mejoría a la vista

La zona euro continúa en un estado de alta tensión debido a la crisis soberana sin cerrar de determinados países periféricos. Desde, que hace una año, Grecia estuviera al borde de la bancarrota, los líderes europeos en el Ecofin y el Consejo Europeo han adoptado la postura de que desde las instituciones europeas no se permitiría que un país, fuera el que fuera, entrara en suspensión de pagos.

Ya no estamos en la Champions

Ya no estamos en la España que no hace mucho jugaba en la Champions. Debido a la crisis, España ha retrocedido tres puestos en la clasificación económica mundial, en la que anteriormente estábamos en la novena posición, ahora no encontramos en la duodécima posición, habiendo sido adelantados por Canadá, India y Rusia. Durante 15 años España ha experimentado un aumento sin precedentes de la prosperidad que, además, había llegado a todas las capas de la sociedad.

Las previsiones del Fondo Monetario Internacional no son nada favorables, ya que dice que mantendremos esta posición durante al menos un par de años, con lo que nuestro regreso al club de las diez mayores economías del planeta, las que juegan la Champions, parece que se plantea para largo.

Se compra se vende

No hace mucho, los inversores vendían deuda española y comproban deuda alemana. Como la rentabilidad de los títulos se mueve en sentido inverso al precio, esos movimientos provocaban que el rendimiento de los bonos españoles subiera y el de los alemanes bajara.

Esta dinámica desembocó en una ampliación de la prima de riesgo de España, que no es otra cosa señores y señoras, que la distancia entre la rentabilidad de la deuda española y la germana. Su punto más álgido se alcanzó el 30 de noviembre, cuando la brecha se disparó hasta los 283 puntos básicos, o lo que es lo mismo, los 2,83 puntos porcentuales, la más alta desde que se creó el euro.

Vuelven las nubes negras

Los Gobiernos Europeos negocian a contrarreloj para elaborar el segundo plan para rescatar a Grecia, con el mínimo coste electoral y económico posible para los Gobiernos como el de Alemania. Berlín es el principal contribuyente a las intervenciones, pese a que su opinión pública rechaza ayudar a los países del euro al borde de la quiebra, viendo esto España no podrá pedir su ayuda en caso de necesitarla.

El principal objetivo de las ayudas económicas es evitar que se contagie España e Italia de la incertidumbre que se ha vuelto apoderar de los mercados, y que en consecuencia empuje al abismo económico a estas dos economías.

¿Quién quiere ser el último?

Está la espléndida Alemania, y la disoluta España, que se tambalea tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, la desorientada Francia y la tremebunda Inglaterra, que se prepara para una drástica reducción del sector público.

No cabe duda de quien está obligado a remar con más fuerte de entre todos los países europeos en este momento es España, quien hace un año, para escapar a la quiebra, se comprometió a recuperar cinco puntos del PIB.

Una carrera sin tregua, una contrarreloj de todos los países europeos para no ser el último de la fila de los llamados «PIGS» (literalmente, «cerdos» en inglés) que es un acrónimo peyorativo con el que medios financieros anglosajones se refieren al grupo de países del sur de la Unión Europea: Portugal, Irlanda, Grecia y España (Spain en inglés), aunque a veces se reemplaza a Irlanda por Italia, o simplemente se añade Italia con el acrónimo «PIIGS».

Nunca es tarde

En Portugal ya se empiezan a vislumbrar los primeros cambios debido a la crisis. Estos cambios principalmente son recortes que afectan directamente a la figura del funcionario portugués, que verá como 16.941 empleos serán eliminados debido a la reforma.

Este rescate sólo es la punta del iceberg que tendrá que hacer Portugal, ya que una condición, tal como expone el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble,  si quiere recibir ayuda económica de la Unión Europea, deberá hacer un estricto recorte que le permita ahorrar en gasto público.

Todo esto afecta de forma directa a la incertidumbre política del país, donde la escena política está cada vez más agitada debido a las próximas elecciones de junio.